Tener hijos o no es una decisión que infinidad de personas toman en un momento dado de su vida por un motivo concreto o porque es algo que tenían claro desde hace mucho tiempo. Es posible que sepas que quieres ser madre o padre porque lo contemplas como uno de los pasos indispensables en tu desarrollo como persona desde que eras muy joven o que capaz sea algo que te planteaste con una edad más avanzada y con una vida más establecida. Sin embargo, el problema puede llegar cuando tu pareja no quiere tener hijos y tú sí o viceversa.
Los motivos por los que una persona decide que no quiere tener hijos pueden ser realmente variados y personales. La estabilidad económica, la incompatibilidad de la maternidad/paternidad con los proyectos profesionales de cada quien, la falta de tiempo o las propias experiencias de infancia del individuo pueden influir en esa decisión, pero hay ocasiones donde simplemente se sabe que no se desea tener hijos. En ese caso, ¿qué haces si tú si quieres y tu pareja no?
Ojalá pudiéramos darte una hoja de acción con cada paso totalmente detallado para afrontar esta realidad tan complicada, pero ya te adelantamos que esta es una de esas diferencias de pareja donde no hay una solución rápida y sencilla. Plantearse si se quiere traer o no al mundo a un bebé no es algo que puedas decidir por azar o tomándolo a la ligera sin tomar en cuenta los deseos y necesidades de la persona con quien tienes un vínculo romántico. Afortunadamente, hay una serie de consejos de expertos en relaciones de pareja y psicólogos que te pueden ser de ayuda para navegar esta diferencia con la persona que quieres.
En mayor o menor medida, las relaciones se van desarrollando teniendo en mente un futuro juntos a corto, medio o largo plazo. La psicóloga Carmen Manich Tobeck coincide con la inmensa mayoría de profesionales, psicólogos y psiquiatras a la hora de enmarcar el deseo de formar o no una familia como uno de los puntos clave para que una pareja se mantenga unida en el tiempo.
En una entrevista con el diario ABC, Howard J. Markman, profesor de psicología de la Universidad de Denver y uno de los investigadores de referencia con respecto a temas de pareja, matrimonio y divorcio, asegura que una de las señales de que una relación no tiene futuro es “que no haya acuerdos fundamentales sobre lo que se quiere para el futuro”. Con esto, no queremos decir que debas poner fin a tu relación, pero sí es cierto que es importante saber que no ponerse de acuerdo sobre si tener o no hijos es un motivo de peso por el que las relaciones afectivas se desgastan con el tiempo.
Es probable que, independientemente de que una parte ceda, se creen roces, haya rencores o pensamientos de arrepentimiento que no se puedan subsanar en un futuro. Si normalmente buscamos una persona compatible con nosotros en cuanto a prioridades, hobbies, formas de ver la vida, valores y creencias, también se debería tener en cuenta el deseo de formar o no una familia.
Pareja con planes de vida compatibles. (Pexels)
Mi pareja no quiere hijos, ¿Qué hago?
Todos los posibles supuestos por los que una persona puede no querer hijos hace imposible que podamos enumerar una a una las vías de acción, pero sí podemos dejar un par de consejos y cosas a tener en cuenta extraídos de profesionales para facilitar la toma de decisiones, que a fin de cuentas siempre es nuestro objetivo.
- Solucionarlo no está garantizado
Si tu pareja y tú habéis tenido una conversación donde ha quedado claro que uno de vosotros no quiere tener hijos, han de saber que es una diferencia fundamental que puede afectar vuestra relación radicalmente. Hay parejas que han logrado negociar y seguir adelante juntos porque alguno de los dos ha decidido ceder en su postura y son felices con el acuerdo, pero esto no siempre ocurre.
- Como toda crisis de pareja, navegarla tomará trabajo
Seguramente no es la primera vez que tú y tu pareja se enfrentan a una decisión difícil o pasáis por una crisis, por lo que probablemente sabes que para superarla es necesario dedicar tiempo y trabajar en ello a nivel emocional. Nuestro consejo es que seáis pacientes y que encuentren momentos de diversión y desconexión en pareja que os ayuden a distraer la mente de vuestra diferencia en cuanto a deseos de futuro.
Tener paciencia os ayudará a navegar las diferencias. (Pexels)
- Establecer espacios de comunicación saludables
Toda relación de pareja debe encontrar momentos para conversar de forma tranquila buscando un entendimiento mutuo e intentando dejar a un lado los juicios y las acusaciones. Si tu pareja no quiere tener hijos y tú sí, es fundamental que le dediquen tiempo a hablar y explorar sus posturas sin que esto necesariamente desencadene en una discusión.
Una buena forma de lograrlo es conversar de forma tranquila, tomando turnos si es necesario, para no interrumpirse mutuamente y que cada parte exprese sus sentimientos y opiniones con la certeza de que está siendo escuchado. Si llega un momento donde la conversación sube de tono, es mejor tomar un descanso a tiempo y retomarla en otro momento donde se haya reflexionado y meditado sobre lo hablado.
- Conversar para entender y no para debatir
Muchas veces hablamos con nuestra pareja sobre una diferencia intentando llevarla a nuestra postura y no nos tomamos el tiempo de prestar atención y entender lo que nos está diciendo.
Una vía para conversar sobre vuestra diferencia en el deseo de formar una familia es hacerse la pregunta mutuamente de: ¿Por qué quieres o no quieres tener un bebé? Parece evidente, pero seguramente si os tomáis el tiempo para reflexionar vuestras respuestas encontraréis muchos más matices, motivos y explicaciones con respecto a vuestra propia postura y la de la otra persona que os ayudarán a entenderos mejor.
Escuchar desde la empatía y el cariño es fundamental. (Pexels)
No se trata solo de decir “Yo quiero” o “Yo no quiero” sino de entender cuáles son las motivaciones detrás de cada posición. Por ejemplo, puede que tu pareja no quiera tener hijos porque considera que no tenéis la estabilidad económica ahora para mantener a un bebé, porque piensa que como pareja no estáis en el mejor momento o porque no ha lidiado con problemas de su propia infancia que le hacen creer que no será un buen padre o una buena madre. Estos tres casos podrían tener soluciones que se pueden explorar antes de tomar una decisión final.
Es fundamental en este punto que seáis los más sinceros, honestos y transparentes posibles. Si tenéis posturas herméticas que no estáis dispuestos a abandonar lo más responsable con vuestra pareja es que se lo digáis aunque les pueda hacer daño.
- Establecer estimados de tiempo
Determinar un tiempo en el que pueden volver a tener la conversación para ver si sus posturas han variado o las circunstancias por las que no se quiere tener hijos han cambiado (sean económicas, personales o profesionales) es una buena vía de acción si no os lográis poner de acuerdo en la actualidad y no queréis poner fin a la relación.
Sin embargo, cuando hablamos de parejas de mayor edad esta no es siempre una opción, pues está demostrado que a partir de los 35 años el promedio de las mujeres experimentan una caída en sus niveles fértiles y concebir un bebé de forma natural puede ser más difícil alcanzada cierta edad. Si tu pareja quiere esperar 5 años para tener hijos y tú ya tienes 35, no es lo mismo que esperar 5 años teniendo 25. Por otro lado, condiciones preexistentes como los ovarios poliquísticos o endometriosis pueden ser un aliciente más para buscar tener hijos a una edad más temprana, pues algunos trastornos pueden ser causantes de infertilidad femenina.
Si quieres saber más acerca de tu salud fértil te aconsejamos realizar una consulta con tu ginecólogo y realizar los test pertinentes como el de la hormona antimulleriana que te puede orientar acerca de tu reserva ovárica.
Acudir a terapia de pareja puede ayudarlos a explorar la crisis. (Pexels)
Si tú y tu pareja no se ponen de acuerdo, lo más saludable sería ponerle fin a la relación por más doloroso que pueda parecer en un principio. Sin embargo, si no estáis listos para dar ese paso, no han podido llegar a una conclusión y quieren seguir juntos, puede que lo mejor sea acudir a terapia de pareja para poder explorar las posibilidades que tenéis de la mano de un profesional.
Tener hijos es la ilusión más grande de muchas de personas en el mundo y toparse con que tu pareja, la persona que quieres y con quien podrías comenzar a planear una vida, no quiere lo mismo es un golpe realmente duro. Confiar en que cambiará de opinión no es la mejor vía de acción porque, si bien puede ocurrir, puede que no, y eso sería tan doloroso como terminar la relación a tiempo y buscar a una persona que comparta tu proyecto de vida. Por otro lado, las familias monoparentales de mujeres solteras que recurren a la inseminación con donante o de hombres solteros que optan por la adopción o la gestación suborrogada (fuera de España) son una realidad a tener en cuenta. Afortunadamente, hay opciones para que consigas tu sueño de ser madre o padre.
