¿Cómo seguir preparándome para quedar embarazada durante el verano?
Disfrutamos el verano, la playa, las vacaciones, la familia y los amigos. Nos encantan las tardes interminables, las puestas de sol, los chiringuitos y también una cervecita bien fría, un cocktail, cenas que se alargan hasta el amanecer y los demás placeres que traen las vacaciones.
Pero, ¿qué pasa con mi alimentación, mis rutinas, mis horas de sueño? ¿Cómo pueden afectar mi fertilidad y los resultados de mi tratamiento estas alteraciones en mi rutina?
Estudios demuestran que el bienestar, la salud mental y el ánimo influyen en los resultados de los tratamientos de reproducción asistida y encontramos discrepancias en los resultados de estudios acerca de las tasas de éxito y las estaciones, por lo que podemos concluir que no existen ventajas en realizar los tratamientos de fertilidad en una determinada estación del año.
¿Qué significa esto? Que al no ser relevante la estación del año no hay prisa para realizar el tratamiento, teniendo en cuenta que muchas clínicas y en la seguridad social, aplazan o posponen los tratamientos para después de las vacaciones y esto nos puede causar ansiedad y preocupación. Saber que no influye en los resultados que el tratamiento se haga en verano, invierno o primavera, puede darnos un poco de tranquilidad durante la espera y permitir que también disfrutemos del verano y las vacaciones.
¿Qué pasa con mis rutinas?
Respecto a las rutinas, los planes de alimentación y los excesos del verano, nuestra recomendación es relajarse y tratar de divertirse manteniendo los límites. ¿A qué nos referimos? Que puedes disfrutar de una cerveza fría en una tarde divertida, pero trata de no beber cuatro del tirón. O que puedes disfrutar de las terrazas y los chiringuitos tratando de ordenar platos que sean lo más saludables posibles:
- Si estás cerca del mar, disfruta de los pescados a la plancha, pescados pequeños como las sardinas, boquerones y marisco en general.
- Si estás en la montaña, disfruta de los productos locales, verduras y frutas de temporada, huevos frescos de gallinas en libertad. Visita los mercados cercanos, disfruta de la comida sin excederte y encuentra placer en darte algún capricho de vez en cuando, como un helado en una tarde de calor.
La clave está en la moderación, en aprender a conocer nuestro cuerpo y los alimentos que nos hacen sentir mejor, sin obsesionarnos o hacer de la alimentación una obligación sin ningún tipo de disfrute. Buscar alternativas como llevar tu propia comida a la playa, que también puede ser divertido, si puedes cocinar, visitar algún mercado y preparar platos especiales con amigos y familia, puede ser un buen plan y te da la oportunidad de escoger los productos.
Es importante disfrutar de las vacaciones, de nuestro tiempo de ocio, de la compañía de los demás y alimentar nuestra alma y nuestro bienestar.
Organización es la clave
Personalmente, me gusta buscar las cartas de los restaurantes a los que voy a ir para encontrar platos saludables y tener opciones antes de visitar el lugar. Me gusta mucho comer y visitar sitios y me divierte leer todo el menú, aunque solo vaya a probar algunas cosas.
Llevar algo en tu cartera como frutos secos o alguna fruta por si te da mucha hambre, te puede ayudar a escoger mejores opciones que cuando llegas al restaurante muerta de hambre. Escoger un aperitivo rico en antioxidantes y grasas buenas como las aceitunas o alguna ensalada con aguacate también es una buena opción.
Anticiparnos a aquellos momentos en donde sabemos que vamos a estar más vulnerables, como cuando tenemos mucha hambre, puede ayudarnos a tomar mejores decisiones. No quiero decir que no podamos ser espontáneos de vez en cuando, sobre todo en vacaciones, pero priorizando alimentos ricos que también sean nutritivos.
Beber mucha agua antes y durante la ingesta de alcohol es muy recomendable, además nos ayuda a sobrellevar las altas temperaturas de ahora. El alcohol provoca deshidratación, entonces la regla de dos vasos de agua por uno de alcohol nos ayuda a beber menos e hidratarnos más.
Evitar las bebidas azucaradas, preferir el agua siempre y sí no nos gusta, probar agua infusionada con frutas, hierbas como menta, también se pueden usar pepinos, limón y experimentar de acuerdo a nuestros gustos.
Acerca del sueño
Encontrar una rutina de sueño que te permita descansar también es clave, no tienes que seguir con tu rutina de siempre, pero intentar dormir de 7 a 8 horas diarias siempre es beneficioso para la fertilidad. Aprovecha para tomar esa siesta que te gusta al lado de la piscina o en un lugar fresco y tranquilo. No me canso de enfatizar en los beneficios del sueño, no sólo para nuestra fertilidad, sino para la salud en general. El sueño reparador nos ayuda a bajar los niveles de la hormona Cortisol, que causa estrés oxidativo y sabemos que es perjudicial.
Si estás realizando el tratamiento durante las vacaciones, no olvides tomar tu medicina a tiempo y resolver cualquier duda que tengas con tu doctor antes de irte. Si te vas de viaje, no olvides llevar tus medicamentos y suplementos para el tiempo que estés fuera.
Mantener las rutinas y cuidar de tu alimentación, no deben ser un impedimento para disfrutar las vacaciones, los beneficios que ofrece el bienestar y los momentos de felicidad y relajación, sobrepasan algún pequeño exceso que puedas cometer. Disfruta del verano, de las vacaciones y de tu tiempo libre que pueden traerte múltiples beneficios para tu salud y tu fertilidad.
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